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La Ciudad de Alajuela fue fundada el 12 de octubre de 1782. El primer grupo de población lo formaron 268 habitantes, distribuidos en 5 barrios: La Lajuela, Los Targuaces, Puás, Río Grande y Las Ciruelas.

El caserío de la Concepción, conocido como Barrio El Llano, era un sector rural de Los Targuaces, habitado por unos mil habitantes, en 1840, dueños de algunas casitas y terrenos dedicados a la agricultura, café y ganado.

Entre tertulias callejeras y visita recíproErmita El Llano, bnca de los vecinos en sus hogares, en 1881, fue naciendo la idea de construir una ermita en el lugar.

Un grupo de “llaneros targuaces” decidieron llevar el asunto a las altas esferas eclesiásticas. Confeccionaron un escrito firmado con la petición ante el cura párroco de la Catedral de la Ciudad Alajuela, Francisco Pereira Y Matamoros. Don Francisco transmitió lo que quería aquella pacífica gente a Monseñor Bernardo Augusto Thiel Hoffman, obispo de San José, quien de inmediato aprobó lo solicitado, el 16 de agosto de ese año.

La respuesta rápida y positiva llegó a conocimiento del pueblo llanero, porque así lo necesitaba lErmita El Llanoa población. La alegría fue inmensa. Don Miguel Mora, Luis Calvo, José María Molina, Lorenzo Rodríguez, éste, Juez de Paz del barrio, Juan Pascual Solano, Juan Córdoba, Joaquín Herra, Miguel de Jesús Sibaja Sibaja y don Juan Fallas, comunicaron a sus vecinos, lo logrado hasta ese momento.

Y en esta decisión trascendental, no podía faltar el aporte femenino, allí estaba doña Eusebia Solano Sibaja, quien ya muy antes había donado el terreno para erigir la soñada ermita.

Donó aproximadamente “dos manzanas de tierra”. En una, estaría el oratorio o ermita, con los dos sectores correspondientes a las Sacristías, a ambos costados, una pequeña bodega o galerón, dejando espacio para un cafetal, caña y otros frutos, protegidos por una tapia alta de calicanto a los lados y al fondo las cercas de piñuelas.

La otra manzana, dispuesta para realizar fiestas cívicas y otras actividades propias en honor a la Patrona Nuestra Señora de la Limpia Concepción de María, cada ocho de diciembre. (Lo que hoy es la plaza “Carlos Luis Fallas Sibaja, “Calufa” ó Plaza de El Llano).

En 1889, ya lucía esplendorosa. Don Juan Fallas, maestro de obras, sus trabajadores y el apoyo de todo un pueblo o barrio, iban viendo el resultado que les dio la unión para lograr el objetivo. Sus paredes de bahareque, techo entejado, cielo raso de latón, puertas de madera, ventanas de vidrio, pisos de madera y mosaicos, columnas de madera, frente en “calicanto”, piedra, ladrillo y algamaza, muros laterales y frontal de calicanto y ladrillo, explanada con verja de hierro forjado, campanario de latón, madera y zinc, campanas y “matracas”. En su interior, sus altares, dos piletas para el agua bendita y un barandal de madera para resguardar el Altar Mayor.

Nuestro barrio se fue poblando y avanzando. Muchas personas conocidas habitaron y trabajaron en esta linda tierra. La más popular, sin duda, fue el escritor y defensor del trabajador costarricense, Carlos Luis Fallas Sibaja,” Calufa”, José León Sánchez, muy conocido por su obra” La isla de los hombres solos”, José Figueredo Lora, cubano, militar de los Tinoco, Rudecindo Guardia Robles, éste, padre de Tomás Guardia Gutiérrez, José María Pinaud, militar colombiano, seguidor de los Tinoco, Abelino Santamaría, conocido por ser pariente de nuestro Héroe Nacional Juan Santamaría, Virgilio Calvo Brenes, padre de Virgilio Sánchez, ex vicepresidente administración Trejos Fernández, León Cortés Castro y su padre Roberto, dueño de la Hacienda El Cas, en el Brasil de Alajuela. Además, otras familias: Soto, Alfaro, Cabezas, Solera, Quesada, Piva, Fallas, Castro, Cruz, Arroyo, Sibaja, Artavia, Oviedo, Víquez, Arias, Solórzano, Solano, Jiménez, García, Rosich, Morera, Chavarría, Rojas, Molina, Araya, Campos, González, Valerio, Villalobos, Loría, Murillo, Lizano, Ardón, Barrantes, Ulate, Montenegro, Henchoz, Ramírez, Castillo, Camacho, Zumbado, Ruíz, Rosabal, Guerrero, Montero y otras.

Con fe, lucha y unión, el pueblo llanero antiguo logró uno de los grandes objetivos. ¿Cómo no respetar esa decisión de un pueblo, hace tantas décadas? ¿Cómo no cuidar esta joya, declarada e incorporada al Patrimonio Histórico Arquitectónico y Cultural de Costa Rica? Decreto Ejecutivo Número 28388-C. La Gaceta Número 16, 24 enero 2000.

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